Para mí es un símbolo de mi individualidad y mi creencia en la libertad personal, repite Sailor (
Nicolas Cage) en varias escena de
Wild at Heart, cuando habla de su chaqueta de piel de serpiente. Esta misma frase se la podría aplicar como la filosofía de
David Lynch acerca del cine y sus películas. Este director estadounidense no sólo ha sabido alejarse del cine convencional de Hollywood e imponer su propio estilo, sino que también ha logrado el reconocimiento de la crítica a través de sus desafiantes películas. Es así que sólo un cineasta como David Lynch podría llevar a la gran pantalla una novela como Wild at Heart, y trasladar la historia del Mago de Oz a un mundo grotesco y violento, lleno de ‘freaks lynchianos’.
En esta película, Sailor es un tipo duro e impulsivo que no duda en seguir el camino que sus emociones le dictan, y Lula (Laura Dern) es una ‘Doroty’ rebelde, hija de una familia acomodada. Ambos tienen que sortear las dificultades que se les presentan cuando deciden fugarse a California, principalmente causadas por la madre de Lula, una ‘bruja del Este’ movida por su instinto de protección y por algo más. Una historia de sueños, mentiras y secretos, impregnada de estridentes notas de heavy metal y la melodiosa musica de Elvis Presley. Estos son sólo algunos de los recursos narrativos con los que Lynch impone su sello personal, convirtiendo esta pelicula en una más de sus excentricas obras maestras: oscuras, inentendibles, innovadoras…Es por está razón que Wild at Heart no es una película para todo tipo de espectador, pues como el mismo Lynch señaló alguna vez, sus films no buscan ser explicados para así potenciar la imaginación del espectador, ya que poseen una lógica que sólo este cineasta conoce.