RUDO Y CURSI
A pesar de lo simplona que puede resultar su propuesta (sobre todo si se quiere compararla con el trabajo de su hermano), Carlos Cuarón cumple lo que promete al presentar una película entretenida, con buenos momentos (en su mayoría a partir de la mitad del film en adelante) y con un Gael y un Diego que se quitan de encima la imagen de "niñitos de papá" y se ponen en la piel de dos nacos con suerte...
PD: Estuvo bueno eso de conocer a Bárbara Enríquez, parte del equipo de arte del film, y ahora el poder visualizar su trabajo...







