Siempre pensé que el cine ecuatoriano debía incursionar en el Road Movie; películas que, muy al estilo de la
Odisea, nos demuestran como a través de los avatares y vivencias (unas veces buenas y otras no tanto) de un viaje, se puede generar un cambio en el interior de una persona, y transformar su realidad y su visión del mundo. Es así que
Tania Hermida, cineasta ecuatoriana, nos propone un recorrido por nuestro país y la psicología de ciertos personajes a través de su película
Que tan lejos. Al ver este filme uno no puede dejar de recordar todo un peliculón en cuanto a Road Movies se refiere:
Y tú mamá también. Al escuchar los “
explicaciones” que la realizadora hace a manera de
voz en off en ciertos momentos de la película, uno recuerda que ya
Alfonso Cuarón utilizó este recurso para contextualizar la historia y conectar aun más a los espectadores con los personajes. La propuesta de Tania es mostrar la contradictoria realidad de nuestro país, muy semejante a la contradictoria realidad de todo país latinoamericano, a través del humor, así como de las expresiones e historias que te hacen decir:
eso es Ecuador. Aquellos bellos parajes. Aquella pobreza. Aquella idiosincrasia.No hay duda de que trata de un gran paso en nuestro cine. Una película que cuenta con todos los recursos audiovisuales y narrativos para disfrutarla y adentrarse en ella totalmente, sin temores o prejuicios. Sin embargo, también se debe reconocer en ella un carácter pedagógico muy marcado, y que se revela como uno de los propósitos de la película. Se trata de enseñar al ecuatoriano lo maravilloso, difícil, extraño y gracioso que es
ser un ecuatoriano. Mostrarle su reflejo para que, como
Narciso, pueda enamorarse de él. No se si esto limita la película o no, pero sí hace que
Que tan lejos este dedicada a cada habitante de este pequeño territorio llamado Ecuador.