Somewhere: la cuarta de Sofía Coppola

Hablar del cine de Sofía Coppola siempre ha sido para mi esculcar en un estado catatónico de autentico disfrute ante la propuesta de una directora que transmite su sello personal. Sus películas son una constante de introspección y aislamiento por parte de sus siempre perdidos personajes, así como de su sutil manejo de lo visual y sonoro como parte importante de la experiencia sensorial.

Sin embargo, y a pesar de no alejarse por completo de sus predecesoras, Somewhere carece de ese "algo" que hizo que Lost in Traslation, e incluso Marie Antoinette, nos conquistarán sin mayor inconveniente. Esto se debe a que en esta ocasión, la historia, el lugar, los personajes y el ambiente austero transitan por una delgada línea en la que lo sutil e intimista pueden pasar a ser por momentos algo monótono, rígido y descolorido.

Sofía sigue siendo Sofía y esta sigue siendo una de sus películas. El sello personal esta ahí pero no cautiva ni genera el interés de las anteriores. Aún así la cuarta película de la Coppola debe ser vista por todo aquel que se precie de ser seguidor de esta gran directora.

Biutiful

Está claro que cualquiera que se disponga a ver una película de Alejandro González Iñárritu sabe perfectamente a lo que se expone. En cada uno de los filmes de su denominada Trilogía del dolor, mediante una estética sucia y una cámara inestable, este director nos mostró un mundo de historias complejas y viscerales, cargadas de emotividad y desolación. De aquellos tiempos en los que Iñárritu y Guillermo Arriaga lograron el aprecio del público y la crítica, destacan sobre todo Amores Perros, por ser la que inauguró un nuevo momento en el cine mexicano, y Babel, por la magnitud del proyecto y el acierto con el que fue realizado.

Ahora Iñarritu regresa sin Arriaga en una cuarta película donde nuevamente hace de las suyas, mostrando una mayor madurez en el uso del lenguaje cinematográfico, con escenas cargas de simbolismo y una estética impactante. Sin embargo, esto no ha hecho que la película supere a sus predecesoras sino todo lo contrario. En lo narrativo, Iñárritu opta por sobrecargar el film de temas y elementos que buscan aportar a la historia de su protagonista, pero que a la final terminan por saturarla. La emotividad alcanzada no llega a ser en este caso un reflejo de la solidez narrativa sino de la formula estandarizada y sobre todo, de la excelente actuación de un cada vez mejor Javier Bardem.

Bon Appétit

Historias de amigos que se besan

Ligera, sutil y agradable. Esta película se deja disfrutar desde el primer momento como historia de amor, a lo "cine indie", adornada con sugestivos elementos: un espectacular soundtrack, acompañado de inspiradores escenarios y el suculento aroma de lo gourmet.

En definitiva, no queda claro si es el empaque o el contenido lo que destaca en este film, pero la consigna es clara y depende de cada comensal el sacar sus conclusiones. Bon appé

tit!

BURIED

En una temporada donde varias películas han buscado llevarnos al extremo, BURIED llega para encabezar la lista con una propuesta que no pasa desapercibida. Y no es precisamente por la complejidad de la trama ni por llevar a la pantalla una idea que, de alguna u otra manera, ha sido utilizada en varias producciones (no solo del cine de suspenso). Después de todo estamos hablando de aislamiento, encierro, situación de vida o muerte y la respectiva cuenta regresiva.

Sin embargo, lo que hace de esta una película memorable, capaz de igualar a los grandes referentes de este tipo de cine, es sin duda su muy bien logrado montaje, simple pero eficaz, donde la cámara se da ciertas libertades en beneficio de la propuesta, pero al mismo tiempo se limita a reforzar la sensación de claustrofobia en la que un encendedor, la luz fluorescente de un celular y la oscuridad absoluta son los elementos para trasladarnos dentro de esa caja de madera enterrada e un remoto lugar de Irak.