10.9.10


Muchas cosas han cambiado en 10 años, 12 si contamos el momento en que Ratas, ratones y rateros fue filmada. Las ciudades han cambiado, la moneda cambió y la historia de nuestro cine también. Diez años desde que se estreno esta película y sin embargo hay algo que sigue igual: sigue siendo hasta el momento la mejor película ecuatoriana.

Tengo que admitir que esta aseveración no ha sido gratuita y que muchos años tuvieron que pasar para que lo considere una certeza. No fui de aquellos que acudió a verla al cine tras su estreno, y menos de los que la alabó inmediatamente. Siempre reconocí en Sebastián Cordero a un director prolífico, sin embargo ésta, su ópera prima, me resultaba una muestra más de un recurrente 'cliché' del cine latinoamericano. A la larga, más allá de su temática, fue la solidez de su historia y de sus personajes las que se impusieron y me hicieron cambiar de idea para verla con otros ojos, descubriendo en ella no solo sus virtudes como filme, sino también como el punto de partida de lo que ha sido esta última década para nuestra cinematografía.

Diez años pasaron y muchas cosas han cambiado. He ido a una sala de cine a esperar el momento en que Ángel aparece en la habitación de un motel, fumando base de coca, dando inicio a Ratas...

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