29.9.10

Naturaleza Muerta (1977)


Bastaron 17 min. para ver este cortometraje, sin embargo pesaron mucho más los 33 años que han transcurrido desde que fue filmado y, a partir de entonces, olvidado en un espacio sin memoria ni rastro. Fue entonces cuando Fernando Mieles encontró al artista y su obra, ambos enterrados en medio de lo caótico y mundano, en la cotidianidad de una urbe.

Si en un momento acompañamos al cineasta, en su trabajo de arqueólogo, a seguir las huellas y encontrar el tesoro, llegó el anhelado momento de abrir el cofre y ver qué hay adentro. El paso del tiempo destruye algunas cosas pero también contribuye a crear otras. Imágenes borrosas que en su silencio dejan ver un trabajo impecable y que ahora se nutren de su propia y trágica historia. Un pasado que deslumbra por su valor en nuestro presente y el merecido reconocimiento aquel que lo concibió.

10.9.10


Muchas cosas han cambiado en 10 años, 12 si contamos el momento en que Ratas, ratones y rateros fue filmada. Las ciudades han cambiado, la moneda cambió y la historia de nuestro cine también. Diez años desde que se estreno esta película y sin embargo hay algo que sigue igual: sigue siendo hasta el momento la mejor película ecuatoriana.

Tengo que admitir que esta aseveración no ha sido gratuita y que muchos años tuvieron que pasar para que lo considere una certeza. No fui de aquellos que acudió a verla al cine tras su estreno, y menos de los que la alabó inmediatamente. Siempre reconocí en Sebastián Cordero a un director prolífico, sin embargo ésta, su ópera prima, me resultaba una muestra más de un recurrente 'cliché' del cine latinoamericano. A la larga, más allá de su temática, fue la solidez de su historia y de sus personajes las que se impusieron y me hicieron cambiar de idea para verla con otros ojos, descubriendo en ella no solo sus virtudes como filme, sino también como el punto de partida de lo que ha sido esta última década para nuestra cinematografía.

Diez años pasaron y muchas cosas han cambiado. He ido a una sala de cine a esperar el momento en que Ángel aparece en la habitación de un motel, fumando base de coca, dando inicio a Ratas...

1.9.10

Zuquillo Exprés: cine nacional para consumo local


Después de una serie de peripecias e intentos por conseguir entradas lo logré; pude ver el más reciente estreno del cine nacional: Zuquillo Exprés.

En un primer instante sentí trasladarme a una de aquellas extintas salas de cine de la capital, durante la proyección de alguna comedia mexicana de los años 70. Pero no era así. Se trataba de la sala de una cadena de cines, abarrotada de gente a la espera de sus heroínas criollas de la televisión nacional. Algo así como si se tratase de los personajes de Sexo en la Ciudad (extraña comparación pero posible a la final).

Más allá de estar frente a una película con un guión poco novedoso y bastante plano, así como una dirección más cercana a la de un producto televisivo (una especie de capítulo alargada como me dijeron por ahí), lo interesante es la excelente respuesta del público ante esta propuesta que nació en el teatro pero que tuvo su verdadero espacio de difusión y acogida a través de la pantalla chica. Muchas risas y aplausos espontáneos fueron el modo de aprobación que se hizo presente en la sala. Ante esto, y considerando la dificultad que tiene nuestro cine para convocar espectadores, surgen varias preguntas e interesantes reflexiones; entre ellas:

Ante un más que comprobado éxito como producto comercial, es esto en realidad una prueba del papel que juega la televisión como medio de comunicación, creador de imaginarios locales e identidades? Qué pasaría si se tratara de Las Marujitas, personajes más que conocidos pero que no han tenido un espacio formal dentro de la TV?

Siempre se ha hablado de un financiamiento para la realización de películas que no recurra solo a entidades públicas sino también privadas, buscando presencia de marcas como se realiza en las cinematografías de otras latitudes. Sin embargo, es necesario recurrir a modos tan poco sutiles de publicidad para lograr este objetivo?

El público acude al cine a divertirse. Cómo lograr que acuda también a ver películas nacionales que no estén enmarcadas en el género de comedia? O será que sencillamente no se deberá pensar en un público masivo para aquellos films?

Por último, si la película tiene éxito, llega a la gente y llena salas...está de más criticar aspectos relacionados con su calidad cinematográfica? Se debe pedir más si logra su objetivo?...Aquello que si el cine como lenguaje, como arte, como medio, como entretenimiento, como producto, como taquilla, como dinero... conduce a algo? o solo debemos sentarnos y ver...